
Logroño, 17 de marzo.
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural y Medio Ambiente de La Rioja ha dado un paso significativo al aprobar el nuevo Plan de Inspección Ambiental para el período 2025-2030. Este plan tiene como objetivo aumentar la efectividad y el alcance de las inspecciones ambientales, dirigiendo su atención a aquellas instalaciones que presentan un mayor riesgo para el medio ambiente.
Para implementar esta ambiciosa estrategia, se recurrirá a un enfoque metódico que incluye una cuidadosa evaluación de riesgos, garantizando así la protección de los recursos naturales de la región. Los ejes centrales de esta iniciativa incluyen el control de emisiones contaminantes, una gestión responsable de residuos, y la conservación de los recursos hídricos y de la tierra. Además, se prevé mejorar las competencias de los inspectores mediante programas de formación continua.
Hoy, 17 de marzo, el Boletín Oficial de La Rioja ha publicado la Resolución que oficializa este Plan de Inspección, el cual es accesible a través del sitio web del Gobierno regional. En la Comunidad Autónoma de La Rioja se contabilizan un total de 4.683 instalaciones que serán objeto de evaluación, clasificadas en tres áreas de intervención ambiental.
La primera categoría comprende aquellas instalaciones con Autorización Ambiental Integrada (AAI), las cuales están sujetas a un estricto control debido a su potencial impacto ecológico. El nuevo plan establece que se realicen inspecciones anuales o bienales en 66 de estas instalaciones, que incluyen 41 del sector agroalimentario y ganadero, 9 dedicadas a la gestión de residuos, 6 que utilizan disolventes orgánicos, 5 que producen metales, así como industrias de combustión, minerales y químicas.
El segundo grupo abarca instalaciones que requieren una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), así como gestores y productores de residuos y actividades que podrían contaminar el aire o el suelo. Para cerrar el ciclo, el plan también contempla inspecciones de los traslados transfronterizos de residuos para garantizar el cumplimiento de la normativa europea relativa al transporte de desechos entre naciones.
Las inspecciones se llevarán a cabo en función de un estudio de los riesgos asociados a cada instalación. Así, aquellas programadas incluirán un análisis minucioso del cumplimiento de las normativas junto con visitas directas, mientras que otras se realizarán como respuesta a incidentes o denuncias. Este enfoque permite priorizar las instalaciones que más impacto ambiental pueden tener, optimizando al mismo tiempo los recursos destinados a la inspección. Cada año se elaborará un calendario de inspecciones.
Con respecto a las instalaciones con Autorización Ambiental Integrada, se asegura que al menos una inspección se realice anualmente para las de mayor riesgo, mientras que las de menor riesgo no pueden pasar más de tres años sin una visita. Además, las más de 4.600 instalaciones que no requieren AAI serán seleccionadas para inspección según factores como la índole de la actividad, el tipo de residuos que gestionan, y su potencial contaminante.
El historial de cumplimiento de cada instalación también desempeñará un papel crucial en la selección de aquellas que serán inspeccionadas, especialmente si mantienen un sistema de gestión ambiental que garantice su conformidad.
El proceso de inspección no solo verifica el cumplimiento de las normativas ambientales, sino que también fomenta una actitud proactiva en los responsables de las empresas hacia la conservación ecológica. De hecho, en 2024 se iniciaron 40 expedientes sancionadores dirigidos a instalaciones que no requieren autorización ambiental integrada, y por ende, no tenían una programación de inspección establecida.
El año anterior, las multas impuestas por la mala gestión de residuos, descargas ilegales y emisiones contaminantes alcanzaron un total de 274.725 euros. Este monto no contempla las sanciones relacionadas con vertidos a cauces o alcantarillado, que son tratadas por distintas entidades locales y regionales.
El Plan de Inspección Ambiental de La Rioja no solo garantiza la transparencia de los informes generados a partir de las inspecciones, sino que también promueve la participación ciudadana y el seguimiento de las acciones medioambientales. Incluye además estrategias para la mejora continua, adaptándose a los cambios legislativos y a las necesidades específicas del territorio. Por último, se reforzará la formación constante de los inspectores y se promoverá la colaboración interadministrativa con otras comunidades autónomas y organismos europeos.
Tags:
Categoría:
Newsletter
Entérate de las últimas noticias cómodamente desde tu mail.