
En un esfuerzo por fomentar un urbanismo más dinámico y efectivo, la FER de Logroño ha sido el escenario de una jornada dedicada a la reflexión sobre la necesidad de optimizar los tiempos de tramitación de licencias y permisos. Este evento, que se llevó a cabo el 12 de marzo y reunió a expertos de Logroño y otros municipios de La Rioja, busca encontrar soluciones colectivas que permitan agilizar estos procesos.
El presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de La Rioja (CPAR-CNC), Carlos del Rey, destacó que los retrasos en la obtención de permisos son un problema crítico que impacta tanto en la economía como en la calidad de vida de los ciudadanos. “Es esencial que trabajemos juntos para reducir el tiempo que lleva este papeleo, ya que actualmente entre un 40% de los costos de un proyecto inmobiliario se destinan a estas tramitaciones”, indicó del Rey.
Durante la jornada, se presentaron también casos exitosos donde la agilidad en la obtención de licencias ha permitido facilitar la construcción de viviendas. Del Rey propuso la creación de normativas más eficientes y una mayor atención por parte de las administraciones, sugiriendo que antes los procesos podían resolverse en un mes, mientras que ahora a menudo se prolongan hasta cinco meses, generando inconvenientes económicos y complicaciones con los clientes.
Mariano Fuentes, exconcejal de Urbanismo en Madrid, compartió su experiencia sobre cómo optimizar estos procesos en los ayuntamientos. Resaltó que los retrasos no solo afectan en términos de tiempo, sino también incrementan costos y gastos financieros, que al final recaen sobre los ciudadanos que buscan adquirir una vivienda. “Es fundamental reducir estos costos para poner a disposición de la comunidad viviendas accesibles en Logroño y toda La Rioja”, afirmó.
Fuentes también presentó la exitosa ordenanza del Ayuntamiento de Madrid, que en 2022 logró reducir el tiempo medio de concesión de licencias de cinco meses a solo un mes, y las licencias de actividad se concedieron en un promedio de 32 días. Este enfoque ha permitido a las empresas activar sus negocios más rápidamente, lo que a su vez crea empleo y mejora la calidad de vida en la ciudad.
El exconcejal enfatizó que estos no son solo problemas burocráticos, sino desafíos en los procedimientos que requieren un análisis detallado de los procesos y la identificación de los cuellos de botella. “La idea es aplicar las mejores prácticas del sector privado a la administración pública para hacer más eficientes los procesos de trabajo y recursos”, explicó.
Para avanzar en esta mejora, Fuentes propuso iniciar con una auditoría que permita identificar las áreas a optimizar antes de proceder a cambios en las normativas. Subrayó que la voluntad política es el primer paso para lograr estas transformaciones, y que involucrar a todos los servicios técnicos es crucial para mejorar la tramitación administrativa, lo que se traduce en una mejor calidad de servicio para los ciudadanos.
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