Repetidores telefónicos vinculan a los sospechosos del crimen de Viniegra con el lugar del disparo y su posterior ocultamiento.

Una investigación reciente ha revelado un inquietante intercambio de mensajes entre los acusados del conocido 'crimen de Viniegra', donde un hombre de 45 años perdió la vida debido a una deuda vinculada a las drogas. Este caso ha puesto de manifiesto el oscuro contexto que rodea el asesinato, con frases esclarecedoras como: "Si pasa algo me como 15 años".
LOGROÑO, 12 de mayo. El análisis de los teléfonos móviles de los tres imputados ha situado a estos individuos en momentos clave del crimen, específicamente en el lugar del disparo ocurrido el 9 de agosto de 2022, y, posteriormente, en la sima donde intentaron ocultar el cuerpo de la víctima.
Las pruebas obtenidas durante la investigación muestran una serie de conversaciones que revelan la angustia de uno de los acusados, quien debía una suma considerable de dinero a la víctima. Estas interacciones incluyen conflictos internos y una clara hoja de ruta sobre cómo llevar a cabo el asesinato y deshacerse del cadáver.
Hoy, la Audiencia Provincial celebra la tercera sesión del juicio contra estos tres individuos, acusados de asesinato por los trágicos eventos que se desarrollaron entre el 9 y el 11 de agosto de 2022. La Fiscalía ha expuesto que la víctima, que reclamaba una deuda de aproximadamente 13.600 euros a J.A.G., desató el plan mortal en conjunto con su pareja J.S.A. y un amigo llamado I.Z.A., quienes también enfrentan cargos.
Durante esta audiencia, el secretario de la Guardia Civil aportó detalles sobre el volcado de datos de los dispositivos móviles de los acusados, evidenciando un “elevado tráfico de mensajes” entre ellos. La comunicación entre la pareja y el amigo fue clave para trazar los planes del crimen, así como para determinar el lugar y momento del mismo.
Es pertinente señalar que, a pesar de que los acusados intentaron borrar sus mensajes, uno de los dispositivos conservó información crucial que ha permitido reconstruir gran parte de su actividad comunicativa. En la noche del disparo, los datos de telefonía situaron a los tres acusados en la cercanía del cruce próximo a Montenegro, donde se supo que se produjo el tiroteo.
Asimismo, se estableció que intentaron deshacerse del cadáver esa misma noche, pero la oscuridad les impidió encontrar el lugar adecuado y se vieron forzados a ocultar el cuerpo en el garaje de familiares de uno de los imputados.
El agente de la Guardia Civil presentó ante el tribunal varios mensajes recuperados que evidencian la premeditación del plan delictivo. Frases inquietantes se destacan, como “Ya sabes demasiado” y conversaciones sobre el lugar del crimen, discutiendo si se llevaría a cabo en Alberite o Viniegra, así como la mención de herramientas mortales como motosierras.
Otros mensajes, más explícitos, se referían al arma utilizada en el asesinato, con expresiones como “ya tengo la pusquilla” y "bang, bang y al monte de eucaliptos". La angustia de uno de los acusados quedó reflejada en los textos donde imploraba ayuda para deshacerse del cadáver, afirmando: "Yo solo no puedo arrojarlo, tenéis que volver a Viniegra".
La Fiscalía considera todos estos actos constitutivos de un delito de asesinato, junto con la tenencia ilícita de armas, y ha solicitado, para cada uno de los acusados, penas de 24 años de prisión por asesinato y un año y seis meses por posesión indebida de armamento. Además, uno de ellos enfrentará seis meses adicionales por conducir sin puntos en su licencia.
Finalmente, se ha ordenado que los acusados indemnicen de manera conjunta y solidaria al hijo menor del fallecido con una suma de 200.000 euros, mientras que cada uno de los padres de la víctima recibirá 60.000 euros como compensación por la pérdida.
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