Con el firme propósito de exigir mayor respeto y medidas específicas para proteger a "los más vulnerables" en las vías urbanas, un grupo de ciudadanos manifestó su desacuerdo con la política actual que favorece el uso del automóvil en las ciudades.

LOGROÑO, 15 de diciembre. Este mediodía, tuvo lugar una bici-concentración organizada por Logroño en Bici-Ecologistas en Acción, un evento que no solo reivindicó la seguridad en el tráfico, sino que también fue un emotivo homenaje al profesor de la Universidad de La Rioja, José Javier Eguizábal, al cumplirse un año de su trágico atropello en el cruce de Duquesa de la Victoria con Avenida Colón, un lugar simbólico para la convocatoria.

En el sitio del homenaje, se instaló una pequeña pancarta que proclamaba: 'En la bicicleta no va un ciclista, va una vida', rodeada por un ramo de flores dejado por sus familiares y, como símbolo de su memoria, una bicicleta blanca adornaba el espacio.

Un portavoz del grupo asistente destacó que “hace casi un año, este cruce se convirtió en noticia por un suceso triste: el atropello de un ciclista por un vehículo. Sin embargo, dicho suceso no debería ser sólo considerado otro accidente en una ciudad donde tales eventos ocurren con alarmante frecuencia".

El portavoz continuó haciendo referencia a la fatalidad del incidente: "En este cruce, un conductor no respetó la prioridad de paso de un ciclista, lo que resultó en la muerte de José Javier Eguizábal, un profesor jubilado y ciclista urbano habitual que disfrutaba de pasear en bicicleta como una forma de deporte”.

Tras ofrecer sus condolencias a la familia, expresó que "estamos aquí muchas personas a las que la muerte de Javier ha impactado profundamente, especialmente porque muchos de nosotros somos ciclistas urbanos y, de cierta forma, esta tragedia resuena con nuestra propia vulnerabilidad”.

Reconoció que "Javier, un ciclista experimentado, seguramente se movía por la ciudad con la confianza que da la práctica, pero siempre consciente de su posición como el usuario más frágil en la vía".

“Quienes usamos la bicicleta en Logroño somos perfectamente conscientes de que, sin importar cuán bien circulemos o cuánta atención prestemos, siempre ocupamos la posición de mayor vulnerabilidad en la calzada. Se nos exige respetar las normas de circulación, y esos consejos son bien conocidos", comentó, añadiendo que “no solo los ciclistas debemos ser responsables, los conductores de vehículos motorizados también tienen que comprender que están manejando máquinas pesadas y deben extremar precauciones a cada instante”.

El portavoz enfatizó que "la diversidad de usuarios en las vías urbanas debería ser valorada, y, desgraciadamente, a los que utilizamos bicicletas se nos ha ignorado y marginado en las decisiones que afectan nuestro bienestar y seguridad por parte de quienes promulgan un falso consenso y un diálogo inexistente”.

Su crítica fue contundente: “Lejos de aumentar la protección a los más vulnerables mediante infraestructuras adecuadas y supervisando el uso correcto de las vías públicas, estamos presenciando un retroceso en la seguridad de quienes son más frágiles en la calzada. Se han desmantelado rutas ciclistas y se ha eliminado la preferencia de las bicicletas en puntos clave, que eran ejemplos de un buen diseño vehicular".

La reconfiguración de la calle Duquesa de la Victoria fue señalada como un caso particular donde "se han eliminado medidas de control de velocidad y se han implementado disposiciones más peligrosas, todo con el fin de permitir que más coches aparquen en doble fila y se desplacen a mayor velocidad”. Por ello, concluyó diciendo que “salimos hoy para recordar lo que sucedió, porque no debemos olvidar que se están incrementando los riesgos en este mismo lugar”.

“Todo esto -afirmó- está diseñado para favorecer intereses personales en detrimento del bienestar colectivo, priorizando la posibilidad de aparcar de forma irregular frente a la seguridad de todos. Aunque la responsabilidad siempre recae en el conductor, el diseño y la planificación de nuestras calles influye profundamente, y un entorno urbano mal concebido pone en riesgo a las personas”.

El portavoz demandó un avance en la movilidad urbana hacia un modelo más inclusivo, menos contaminante y más seguro. Aunque reconoció que cualquier disminución del uso del coche como medio predominante encontrará resistencia entre quienes se sientan amenazados, defendió que “cambios de este tipo beneficiarán a toda la población de la ciudad a largo plazo".

Para finalizar, exigió “respeto por quienes circulan en bicicleta, por los peatones, por aquellos que, moviéndose a un ritmo diferente, contribuyen a hacer de esta ciudad un lugar más saludable y seguro para todos”. También subrayó la importancia de diseñar las calles de manera que no arriesguen a muchos en beneficio de unos pocos, advirtiendo que no se puede permitir que una tragedia como la de Javier vuelva a repetirse por una planificación que favorezca la rapidez de los automóviles y reduzca el espacio para ciclistas y peatones, generando mayores riesgos y desprotección”.