LOGROÑO, 7 Ene. La justicia ha dictado sentencia en el caso del asesinato del hostelero Guillermo Castillo, un hombre de 78 años. Los dos individuos acusados de este crimen han sido condenados a una pena de 23 años de prisión, acompañada de 10 años de libertad vigilada, por el delito de asesinato. Además, enfrentan 4 años adicionales por el robo en casa habitada. La responsabilidad civil de esta tragedia se traduce en una reparación conjunta de 311.192,54 euros a pagar a los hijos de la víctima, tal como había sido solicitado por las acusaciones particulares.

La sentencia también establece que, una vez cumplida la pena de prisión, los condenados no podrán acercarse a menos de 500 metros de los hijos de Guillermo durante un periodo de 5 años. Esta medida de protección busca garantizar la seguridad y el bienestar de los afectados, agravando así la pena que enfrentan los delincuentes.

El magistrado encargado del caso ha basado su decisión en el veredicto del Tribunal del Jurado, que determinó la culpabilidad de los acusados. Sin embargo, no ha atendido la solicitud de las Acusaciones Particulares que pedían la Prisión Permanente Revisable, argumentando que no se cumplen las circunstancias necesarias para tal penalización.

De acuerdo con el artículo 140 del Código Penal, la imposición de la prisión permanente revisable está reservada para casos en los que la víctima sea menor de 16 años o se encuentre en una condición especialmente vulnerable debido a su edad, discapacidad o alguna enfermedad. En este sentido, aunque Guillermo Castillo era un adulto mayor, el magistrado consideró que su estado de salud no lo colocaba en una situación de vulnerabilidad extrema frente a sus agresores.

En la fundamentación de su sentencia, el magistrado subraya que las condiciones físicas de la víctima no impedían su capacidad de vivir de manera independiente. Aclaró que las dolencias que sufría Guillermo, aunque propias de su edad, no justifican la inclusión en la categoría de "especialmente vulnerable", como argumentaron las acusaciones.

Los hechos han sido desglosados a partir del veredicto del jurado, emitido el 20 de noviembre. Ellos establecieron que, en la madrugada del 1 de mayo de 2023, los dos acusados se desplazaron desde Logroño a Cuzcurrita del Río Tirón, donde residía el conocido hostelero. Uno de los acusados mantenía una relación previa con la víctima y creía erróneamente que Guillermo atesoraba una considerable suma de dinero en su hogar.

Al llegar a la vivienda pasadas las 00:00 horas del 2 de mayo, Guillermo abrió la puerta al reconocer a uno de ellos, lo que le costó caro. Una vez dentro, fue objeto de brutales golpes por parte de sus agresores, quienes lo esposaron y lo encarcelaron en el baño del inmueble.

A pesar de su meticuloso registro por la casa en busca de dinero, los asaltantes solo lograron llevarse el contenido de la cartera de la víctima. Al salir de la casa poco después de la una de la mañana, dejaron a Guillermo gravemente herido. Según los informes forenses, falleció entre las 03:00 y las 07:00 horas del 2 de mayo a causa de un traumatismo craneoencefálico acompañado de hemorragia intracraneal.