LOGROÑO, 2 de julio. La fiscalía ha solicitado casi cinco años de cárcel para I.A.M., de 44 años, quien está acusado de intentar asesinar a un vecino al arrojándolo desde una ventana del rellano. El ataque se tornó violento cuando, tras no lograr expulsar a su víctima al vació, le asestó un puñetazo que lo hizo caer al suelo, golpeándolo repetidamente hasta que perdió el conocimiento. El fiscal también ha demandado que el agresor indemnice a la víctima con 10.500 euros.

Es importante resaltar que I.A.M. ya se encuentra encarcelado en Topas (Salamanca) a causa de este enfrentamiento y tiene un historial delictivo que incluye múltiples condenas desde 2004 por delitos relacionados con agresiones, amenazas y resistencia a la autoridad, entre otros.

El juicio está programado para este miércoles a las 09:30 en la Audiencia Provincial. Según documentos a los que ha tenido acceso Europa Press, el acusado vivía en el mismo edificio que la víctima, donde se comportaba de manera hostil y conflictiva, generando constantes problemas entre los vecinos.

Curiosamente, la víctima había mostrado solidaridad hacia I.A.M. en el pasado, ayudándolo con comida y pequeñas sumas de dinero. Sin embargo, en julio de 2023, durante una de sus estancias en prisión, I.A.M. contactó a su vecino con una carta pidiendo asistencia económica y solicitando que este intercediera ante otras personas para que lo ayudaran a cancelar deudas.

Ante la falta de respuesta del vecino, quien se sentía agobiado por las insistentes peticiones y la falta de gratitud del procesado, I.A.M. comenzó a alimentarse de un sentimiento de rencor. Esto se intensificó tras sospechar que la víctima lo había denunciado ante la comunidad de propietarios.

El 7 de septiembre de 2023, a las 19:50 horas, la víctima se encontró con I.A.M. al salir del ascensor, momento en el que este último, visiblemente agitado, le lanzó gritos amenazantes, púes al no obtener respuesta, le declaró que lo arrojaría por la ventana.

En un arranque de agresividad, I.A.M. abrió la ventana del rellano y, sujetando a la víctima por la cintura, intentó empujarlo hacia el patio interior, logrando asomarlo peligrosamente por el borde. A pesar de sus intentos de resistir, la víctima pudo aferrarse tanto al marco de la ventana como al propio agresor, lo que evitó que lo arrojara con éxito. Sin embargo, el acusado no se detuvo ahí y, tras golpearlo fuertemente en la cabeza, continuó golpeándolo hasta dejarlo semiinconsciente.

La intervención de otros vecinos fue crucial, ya que lograron frenar el ataque de I.A.M., evitando que la situación escalara aún más y que la víctima sufriera daños fatales.

Tras el violento incidente, la víctima fue trasladada al Hospital San Pedro, donde fue atendida por varias lesiones, incluyendo un traumatismo craneoencefálico. A raíz del ataque, ha tenido que permanecer en tratamiento durante 30 días y ha sido diagnosticado con trastorno de estrés postraumático, lo que ha impactado gravemente su calidad de vida.

Durante el incidente, I.A.M. presentó un notable deterioro en sus capacidades mentales y de control, lo que ha despertado un interés en el ámbito judicial sobre su estado mental.

El fiscal considera que la conducta de I.A.M. constituye un delito de homicidio tentativo, y por ello solicita una pena de cuatro años y once meses de prisión, además de un internamiento en un establecimiento especializado que podría extenderse hasta los quince años. También exige que se le prohíba comunicarse con la víctima y observar una distancia de 300 metros, así como la obligación de indemnizar a la víctima y al Servicio Riojano de Salud por los gastos médicos derivados del ataque.