Este fin de semana, el festival 'Gran Reserva' en Calahorra ha cerrado sus puertas sin que se registraran incidentes graves, a pesar de haber reunido a un impresionante número de 10.400 participantes.

Aunque la convivencia fue tranquila, las cifras que arroja la Guardia Civil sobre el evento son reveladoras: 1.200 identificaciones y la confiscación de alimentos en mal estado son solo algunos de los aspectos a destacar de la actuación realizada durante los días 20 y 21 de junio.

Según un comunicado del Instituto Armado, se implementó un extenso dispositivo de seguridad con el fin de salvaguardar el orden público, prevenir el uso de armas y el tráfico de drogas, y vigilar los accesos a la ciudad.

Este esfuerzo conjunto y coordinado entre diferentes cuerpos de seguridad permitió que el evento se desarrollara sin contratiempos, lo que demuestra la efectividad de una planificación estratégica orientada a la protección de los asistentes.

En términos de recursos, la operación incluyó a 250 agentes de diversas especialidades, desde Seguridad Ciudadana hasta unidades de drones y especialistas antiterrorismo, lo que contribuyó a mantener un ambiente seguro para todos.

Además, esta despliegue coordinado no solo involucró a la Guardia Civil, sino también a los servicios municipales como la Policía Local, los Bomberos y Protección Civil, estableciendo un claro ejemplo de colaboración interinstitucional en favor de la seguridad colectiva.

Durante los dos días del festival, se realizaron inspecciones que llevaron a la identificación y control de 1.200 personas, así como a la revisión de aproximadamente 1.400 vehículos, lo que refleja un exhaustivo trabajo de prevención.

En el ámbito de la seguridad pública, se gestionaron varias denuncias por consumo de drogas y desobediencia, y se brindaron 18 asistencias médicas a los asistentes, ilustrando la preparación ante eventualidades.

En las pruebas de control de tráfico, se llevaron a cabo un total de 873 pruebas de alcoholemia, con siete resultados positivos, además de 29 pruebas de detección de drogas que resultaron en ocho positivos.

Un hecho destacado fue la intervención en un control donde se confiscó un vehículo que transportaba alimentos en condiciones inadecuadas para su venta, lo que podría haber representado un riesgo para la salud de los asistentes.

Este incidente subraya la importancia de los operativos de control que, en esta ocasión, evitaron la posible intoxicación de cientos de personas que asistieron al festival, asegurando así una experiencia segura para todos.

En resumen, el desarrollo sin alteraciones del festival 'Gran Reserva' es prueba fehaciente del éxito de la planificación preventiva y de la adecuada respuesta ante riesgos, resaltando la importancia de la cooperación entre distintas instituciones.

Desde la Guardia Civil, se ha querido reconocer la colaboración de los asistentes y la coordinación eficaz con las fuerzas locales y los servicios de emergencia, claves para el buen desarrollo del evento.