LOGROÑO, 2 de diciembre.

La Guardia Civil ha realizado una importante intervención en Calahorra, en el contexto de la operación 'Granskap Sesam', que ha logrado desarticular, por sexta vez, una red dedicada al tráfico de drogas en una de las zonas más problemáticas de la ciudad. Este esfuerzo representa un avance significativo hacia la mejora de la seguridad y el bienestar de los residentes, particularmente para aquellos que habitan en las áreas más afectadas por el narcotráfico.

El pasado 22 de noviembre, tras once meses de una minuciosa investigación, las autoridades detuvieron a cuatro personas y desmantelaron cinco inmuebles en las calles Pilarte, Carreteros y Enramada, que se habían convertido en puntos críticos para la ocultación, elaboración y distribución de sustancias como speed, marihuana y hachís.

La actividad ilícita generó un visible malestar entre los vecinos, que se enfrentaron a un constante flujo de personas, incluidos menores de edad, que acudían a abastecerse de drogas, lo que intensificó la preocupación sobre la seguridad en su entorno cercano.

Durante la operación, los agentes encontraron una considerable cantidad de drogas, incluyendo 1.100 euros en efectivo, 456 dosis de speed, 110 de marihuana y 73 de hachís, además de diferentes herramientas utilizadas para la manipulación y distribución de estas sustancias.

Los detenidos, un grupo conformado por tres hombres y una mujer de edades entre los 26 y 50 años, son de nacionalidad española y residen en las localidades de Calahorra y Azagra (Navarra). Cabe destacar que tres de ellos ya tenían antecedentes relacionados con la venta de drogas.

La complejidad del terreno, especialmente en el casco antiguo de Calahorra, presentó un desafío adicional para los investigadores, quienes debieron lidiar con un intrincado laberinto de calles controladas por llamados “aguadores”, cómplices de los traficantes que se encargaban de advertir sobre la presencia policial, obstaculizando así la labor de vigilancia.

El líder del grupo delictivo ideó un sistema de vigilancia en el cual pagaba a estos "aguadores" con drogas, lo que incrementaba la dificultad de las intervenciones. Esto obligó a los agentes a ser extremadamente cautelosos, ajustando sus estrategias en múltiples ocasiones para evitar ser detectados y asegurar el éxito de la operación.

A pesar de las complicaciones, la Guardia Civil implementó un sofisticado sistema de control que permitió recopilar pruebas contundentes de la actividad delictiva de los detenidos, quienes no solo operaban en las inmediaciones de sus viviendas, sino que también realizaban transacciones en bares durante las horas de mayor afluencia, intensificando sus esfuerzos por pasar desapercibidos.

Con esta nueva acción en la lucha contra el narcotráfico, la Guardia Civil reafirma su compromiso con la seguridad ciudadana. La operación ha logrado retirar del mercado 639 dosis de diferentes sustancias, que estaban destinadas a la venta al por menor en la ciudad de Calahorra, evitando así que llegaran a manos de consumidores, sobre todo jóvenes, que son especialmente vulnerables a los problemas de adicción.

La operación "Granskap Sesam" fue llevada a cabo por agentes del Área de Investigación del Puesto Principal de Calahorra y, en la fase de explotación, contaron con el apoyo de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) para realizar entradas sorpresivas en los inmuebles y neutralizar a los presuntos traficantes.

Además, el operativo incluyó la colaboración del Servicio Cinológico, que aportó perros entrenados para la búsqueda de drogas, así como patrullas de seguridad ciudadana. Todas las diligencias, los detenidos y el material incautado han sido puestos a disposición de la autoridad judicial.