
La primera sesión del juicio por el conocido "Caso Entrena" ha comenzado con el testimonio de la novia de J.O, desaparecido y presuntamente asesinado por O.P. La mujer ha mirado directamente al acusado y le ha dicho: "No eres nadie para que gaste un minuto de mi vida en joderte a ti".
La testigo fue quien denunció la desaparición de J.O la noche que se le asesinó presuntamente, y hoy ha llegado a confrontar varias veces al acusado frente al jurado popular. Ha negado haber robado monedas a O.P, como este ha afirmado, y ha asegurado: "Es imposible que a mi me encuentren ni tus monedas, ni armas". La testigo ha desmentido también haber obtenido droga con las monedas, y billetes, de O.P.
La mujer y J.O llevaban cinco meses de pareja y vivían juntos. El día que desapareció, ella presenció los mensajes de WhatsApp, algunos de audio, en los que O.P le exigía el dinero que le debía. J.O le dijo que sacaría al perro y aprovecharía para darle el dinero "y en diez minutos volvía". Cogió el coche porque acostumbraba a sacar al perro en un descampado.
A los treinta minutos, la testigo comenzó a impacientarse y llamó a J.O, pero el teléfono estaba apagado. Al llegar a casa del acusado, encontró allí el coche de su novio y al perro dentro, atado con la correa y sin collar. Este último detalle le llamó la atención, ya que él solía pasearlo suelto.
Comenzó entonces una noche de llamadas y mensaje de WhatsApp, en los que la mujer le imploraba a O.P ayuda. Al día siguiente, después de llamar a un conocido, se enteró de las sospechas de robo por parte de O.P.
A los tres días, un vecino le contó que su hermana, vecina del acusado, había oído gritos de auxilio esa noche. Volvería a llamar a la Guardia Civil y se iría a llamar a la puerta de la vecina. Cuando llegaron los agentes, el acusado salía de su casa y la testigo clamaba que no lo dejaran ir.
La mujer ha dicho que se volvió loca, llamaba a la Guardia Civil, y al cabo de seis días O.P fue detenido. "El sufrimiento no me lo va a quitar nadie, no hay derecho", ha señalado. "Le ha quitado la vida a una persona que tenía 31 años".
"Llevo dos años callada. Yo tenía una vida y él estaba empezando una vida conmigo; era feliz, el único error fue relacionarme con este señor", ha aseverado la testigo, insistiendo en no tener relación con el robo de monedas o armas.
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