En un destacado golpe a la delincuencia organizada, la Guardia Civil ha finalizado la llamada Operación Octayen, resultando en la captura de un joven de 25 años, residente en Karrantza, Bizkaia. Este individuo ha sido señalado como el cerebro de un complejo esquema de estafa que ha afectado a empresas de distribución de combustible en toda España, incluyendo una estación en Calahorra, La Rioja, y causando pérdidas económicas que ascienden a aproximadamente 950.000 euros.

La investigación, liderada por el Equipo de Policía Judicial de Estella y apoyada por la Policía Judicial de A Coruña, se ha extendido durante diez meses y ha revelado un total de 17 delitos cometidos entre diciembre de 2023 y mayo de 2024. Gracias a un trabajo policial ágil y eficaz, se han recuperado cerca de 400.000 euros de las víctimas, según ha indicado el Ministerio del Interior.

La operación comenzó en febrero de 2024 tras la denuncia de una gasolinera en Estella, que reportó el pago de más de 41.000 euros a una distribuidora falsa. A partir de este incidente, se descubrió un modus operandi que abarcaba diversas provincias, incluyendo Navarra, La Rioja, y el País Vasco, así como localidades en Madrid y Galicia, entre otras regiones.

El detenido simulaba ser un comercial de una empresa legítima, ofreciendo combustible a precios atractivos y solicitando pagos inmediatos. Para ganarse la confianza de sus víctimas, utilizaba documentación falsificada y mantenía una comunicación constante a través de correo electrónico, teléfono o aplicaciones de mensajería. Después de recibir la transferencia, proporcionaba códigos de carga falsos, lo que permitía que extraía el dinero antes de que las víctimas pudieran anular las transacciones.

Durante la investigación, se descubrieron más de cien líneas telefónicas registradas bajo identidades falsificadas, así como múltiples cuentas bancarias y correos electrónicos creados específicamente para llevar a cabo estas estafas, además del uso de tecnologías como VPN y un enorme volumen de documentos falsos.

Los registros realizados en Karrantza y Ramales de la Victoria permitieron a los agentes confiscar dispositivos electrónicos y tarjetas, revelando miles de documentos y conversaciones que conectaban al detenido con estafas extendidas a lo largo y ancho del país.

Además del arresto principal, también se están investigando a once personas de nacionalidad española, china y rumana, cuyos rangos de edad oscilan entre los 20 y los 71 años. Estas personas actuaban como “mulas económicas”, facilitando cuentas para mover y retirar rápidamente los fondos obtenidos de las estafas. También se han identificado cómplices involucrados en la creación de documentos falsos y en la obtención de tarjetas.

La Operación Octayen ha servido para desmantelar una red criminal altamente especializada que perfeccionaba su método mediante constantes cambios de identidad digital y creación de empresas ficticias. Las actuaciones han sido enviadas al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Estella, donde se continuarán las diligencias correspondientes.